La previsible crisis económica surgida de la COVID 19 originará una hecatombe para muchas familias.
La convivencia durante el periodo de confinamiento ha aumentado los roces en las parejas originando ciertos conflictos que son los que suelen surgir en las épocas estivales donde se generan momentos de tensión y estrés por pasar mucho tiempo juntos, reencontrándose en sus tiempos de descanso fuera de la rutina y vorágine del día a día. Es por ello que los divorcios en el mes de septiembre aumentan en un 30%.
Hemos leído en este periodo de confinamiento noticias que nos alertaban del aumento de consultas para divorciarse y para reducir las pensiones de alimentos.